Ediciones Bella Sombra se construye sobre experiencias de lectura, sobre sensaciones diversas y sobre algo tan falible o tan certero como la intuición.
¿Es lo mismo leer en la pantalla que leer sobre el papel? ¿Existen textos que se leen mejor en uno u otro formato? ¿El medio es el…?
Hay, nos preguntamos, algo que iguale la sensualidad del murmullo de las hojas al correr, mezclado con la inaudible voz de los personajes, ese diálogo anhelante que corre por las páginas como un arroyo de serpientes.
Un libro viejo y cansado, con hojas amarillentas de bordes ligeramente más oscuros, ¿nos habla igual de Bolaños que del Dante?, ¿Conviene el verde pastel a los Paseos con Robert Walser, el negro al policial duro, el naranja a una colección de poemas?
Pero claro, ¿todo se agota allí? ¿una editorial debe parecerse a un hotel boutique? Y, por otro lado, ¿no son muy leíbles los libros con tapas que apenas dicen, en hojas que raspan la mano, que dejan en el tacto una huella de la dureza del camino del autor hasta llegar a la edición?
Y dentro ¿Qué ponemos dentro? ¿Palabras al azar o palabras azarosas? ¿Editamos o imprimimos? ¿Buscamos, descubrimos o copiamos?
Y no sólo palabras ¿qué imágenes contemporáneas habitarán nuestras publicaciones de arte? ¿qué formas nos reclamarán?
Así nacemos, llenos de preguntas, ansiosos por respuestas, con algunos Puntos Luminosos en el mapa de la desolación: no vamos a publicar de cualquier manera, no vamos a cerrar las puertas a alguien que cree en su escritura.
Vamos también a buscar hacia atrás, en el fondo de los baúles de la memoria de la literatura, sin rescatar a nadie, sólo buscando su compañía, haciendo que su voz, de nuevo, nos guíe, hoy, bastantes años después.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Exilio - Sergio Kisielewsky

Soy un extranjero a quien devora la luz del mediodía
no llames aquí no vuelvas a tocar esta piel
que envejece lejos de los primos
lejos de las gaviotas que inauguraban las playas
no
no vuelvas a pronunciar la palabra avión
en esos aparatos en el cielo violento
se fueron los codazos
los años del bar
los poetas que enseñaron a vivir
aquí la patria se mete en la niebla y no regresa
no toca fin
brinda te abraza
y se mete en la niebla,
ay cadáveres de mí
veo exilios veo a los tíos lejanos
a los parientes que se diluyen
a la pequeña esperanza de los teléfonos
veo muy poco
sólo un barco
una mujer que hace señas
una mujer que quiere bajar quiere entrar en mi vida
quiere despojarme de los años
quiere instalarme los dientes
quiere peinarme la cabeza desnuda.

Del libro Memoria caníbal.

Sergio Kisielewsky nació en la Ciudad de Buenos AIres en 1957. Integró el Taller Literario Mario Jorge de Lellis y la Revista Mascaró. Publicó: Algo de la época (1979), Memoria caníbal (1987), Corazón negro (1994), Electrificar Rusia (1999) y La belleza es un campo minado (2006). Es poeta y periodista.

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